Uruguay, aún más físico que virtual
Uruguay es uno de los países de la región que aún se encuentra muy poco desarrollado dentro del campo de la virtualización. Este dato me llevo a reflexionar sobre cuáles son los motivos por los que nos encontramos en esta posición. En mi opinión son tres los factores que nos detienen: falta de inversión en tecnología por parte de las empresas, falta de un correcto asesoramiento por parte de los proveedores de servicios para encarar los proyectos y por último el miedo lógico que nos provoca el desconocimiento de cómo se logra todo lo que la virtualización nos promete. En estos años, en los que me he visto inmerso en el mundo de la virtualización, me he topado con diferentes situaciones un tanto paradójicas referidas a las diferencias que se realizan en ocasiones entre el mundo físico y el virtual. Me he cuestionado innumerables veces sobre ellas; ¿Por qué se dan? ¿Qué las motivará? ¿Cómo llegamos a tenerlas planteadas en los centro de cómputos? Los invito a conocer algunas de esas cuestiones, las cuales quizás algunas de ellas son las causantes de estos resultados obtenidos a nivel regional.
Cuadro que gana, no se toca
Todo proyecto virtual comienza por la consolidación de nuestros servidores físicos, sobre un servidor de gran porte, preparado para alojar dichos servicios. Con la cantidad de herramientas que existen para realizar este tipo de migraciones, las cuales nos virtualizan nuestros servicios con solamente un par de clicks, garantizan los aplausos a la hora de implementar un proyecto de virtualización. Ahora, porque una vez que tenemos todos nuestros servicios corriendo sobre nuestro hipervisor, ese servidor pasa a ser un cuco, el cual no se actualiza nunca más, no se protege correctamente y no se le presta la atención necesaria?. No debería ser justamente al revés?
El crecimiento desmedido una amenaza silenciosa
Todos conocemos a esta altura las ventajas que nos brinda la virtualización, ahorro energético, facilidad para el manejo de los servidores, estabilidad, entre otros; pero porque a la hora de aprovechar estas cualidades, lo hacemos sin una correcta planificación de crecimiento o sin protegerla adecuadamente? Siempre que nos enfrentamos a un nuevo proyecto de virtualizacion, debemos saber que aunque nuestro centro de cómputos sea pequeño o no tengamos planeado crecer mucho, el paso al mundo virtual se encargara de modificar esta tendencia. Lo fácil que es proporcionar una nueva máquina virtual, el no necesitar comprar hardware para montar un nuevo servicio y la división de los servicios que antes teníamos todos funcionando sobre el mismo servidor, son alguno de los factores que incentivan dicho crecimiento. Pero, porque permitimos que nuestras infraestructuras virtuales crezcan hasta que comienzan los problemas de performance? Porque no nos adelantamos a estos inconvenientes monitoreando dicho crecimiento? El conocer hasta dónde puede llegar nuestra infraestructura virtual, se transforma en un dato estratégico para evitar problemas, pero no todos los administradores están preocupados por conocer estos datos.
Para lograr conocer estos datos, no alcanza con conocer el consumo de memoria o procesamiento que estamos teniendo, sino que debemos también estar muy atentos a otros factores entre los que podemos destacar el acceso a disco y la red que tienen nuestros servidores. Son estos dos valores, los más complicados de controlar sin utilizar herramientas que nos ayuden en esa difícil tarea y debido a esta dificultad son también los que más problemas nos terminan provocando. Arreglar problemas provocados por un crecimiento no controlado de nuestro ambiente virtual, seguro significara que cuando queramos arreglar esta situación, las tareas que debamos ejecutar nos consuman muchísimo más tiempo del que nos hubiese llevado si conociéramos las limitaciones de nuestra infraestructura. Que yo recuerde, en el mundo físico se compraban los servidores pensando en el servicio que ahí iba a correr y siempre se intentaba estar holgado de recursos para poder funcionar. Estoy totalmente de acuerdo en que era más fácil identificar un problema de performance sobre un servidor físico, dado que en muchos casos no había muchos factores para investigar, pero porque en el mundo virtual pretendemos exprimir nuestro hardware hasta tener un problema?
Un buen backup, nos permite dormir tranquilos siempre
Tanto en el mundo físico como en el mundo virtual, el contar con un buen backup de nuestros servidores y datos es lo que nos permite dormir tranquilos. Si nosotros decidimos trasladar y consolidar nuestros servicios más críticos a nuestra infraestructura virtual, deberíamos tomar aún más resguardos. Pero porque cuando nos planteamos un proyecto de virtualización, las herramientas de backup son parte de lo que dejamos para más adelante? La respuesta más común es pensar que como se tiene el backup de los datos, con eso alcanza para dormir tranquilos. Muchas veces tanto en el mundo físico como en el virtual, se demora más tiempo volviendo a configurar el sistema operativo y las aplicaciones que ahí corrían, que en restaurar los datos. Imagínense si continuando con este razonamiento, nos encontramos que en una infraestructura virtual podemos perder muchos sistemas operativos al mismo tiempo. Es suficiente realmente contar nada más que con un backup de nuestros datos?
Laboratorios que nos retrasan en el trayecto al mundo virtual
Muchas de las empresas que aún no han virtualizado sus servicios más críticos, no lo han hecho porque a la hora de probar las soluciones de virtualización no han logrado la performance esperada. El causal de este resultado, puede radicar en haber recibido un mal asesoramiento técnico en el momento de comenzar el proyecto o en un laboratorio de pruebas, el cual no estaba preparado correctamente.
Como yo suelo decir, hay muchas cosas que podemos esperar de la virtualización, pero no esperemos que sea mágica. Si queremos que una máquina virtual se comporte similar a un servidor físico de gran porte dedicado, debemos proporcionarle los recursos adecuados.
Es imposible pretender comparar la performance de un servicio montado sobre un RAID 1 armado con discos locales en un servidor dedicado para este servicio, con un servicio montado sobre un RAID 5, en el cual corren otras máquinas virtuales sobre un servidor de igual porte. La performance que obtendremos en ambos casos tendrá importantes diferencias que pueden provocar que nuestra conclusión de cómo funciona la virtualización sea errónea. Hoy en día, con el desarrollo que tienen los hipervisores, casi no existen servicios los cuales no se puedan virtualizar. Normalmente los servicios que no se pueden traspasar al mundo virtual son aquellos que dependen de un hardware específico, el cual no está soportado por los hipervisores. En muchos casos, lo que nos lleva a recibir una mala impresión de la virtualización, pasa por no consultar las buenas prácticas de implementación sugeridas para el servicio que estamos tratando de trasladar al mundo virtual. Eso provoca errores en la configuración de la máquina virtual y también errores en la manera de instalar nuestro servicio, los cuales terminan provocando una merma en la performance. Si antes para implementar cualquier servicio en nuestros servidores físicos chequeábamos que configuraciones eran necesarias de tener, porque no lo hacemos en el mundo virtual?
Comprar mucho, para usar lo mínimo, una buena estrategia para hacer fracasar un proyecto
Muchas veces, teniendo en cuenta que en las empresas de nuestro país cuesta conseguir fondos que impulsen un proyecto de virtualización, el éxito de un proyecto se encuentra en la correcta utilización de los recursos, los cuales disminuyan los costos del proyecto para que sean más viables y que se puedan ir implementando por etapas. Si a la hora de evaluar un proyecto de virtualización nosotros evaluamos las licencias más caras, aunque no las vayamos a utilizar en su totalidad, y tratamos de adquirir mucho hardware para estar sumamente cubiertos, los costos de dicho proyecto pueden hacer que el mismo nunca sea considerado. Pero la solución para reducir costos no pasa por comenzar a sacar del proyecto el backup, la contingencia o comprar el hardware justo para que después nada funcione. La solución está en analizar que recursos son los que realmente necesitamos tener disponibles para la solución y reutilizar todos los recursos que podamos. Siempre, después de un proyecto de virtualización, lo que debería sobrar es hardware de los servicios que fuimos virtualizando. Tratemos de evaluar en forma proactiva, cuáles de estos recursos podemos utilizar y así disminuir costos del proyecto. También tratemos de adecuar la compra de licencias a nuestras necesidades iniciales y no tratemos de comprar funcionalidades que no vayamos a utilizar por el momento. Siempre vamos a tener tiempo para crecer.
Conclusión
En el último año, Uruguay ha crecido en cuanto a proyectos de virtualización que se han realizado, y ya casi no encontramos centro de cómputos sin por lo menos un laboratorio de máquinas virtuales montado. Pero aún nos falta perderle mucho el miedo a la virtualización y conocer todas las funcionalidades que los productos existentes nos pueden ofrecer. Sin dudas que este año volveremos a crecer, debido interés cada vez más marcado de las empresas en ir por este camino. Solo basta con asesorarse correctamente y con dejar de exigirle lo imposible a los ambientes virtuales, para poder variar las estadísticas.
Andre Paris
Especialista en virtualización
andre.paris.sica@gmail.com
skype: andre.paris